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Impresión con 1 o 2 hilos: puntos a favor y en contra y opciones clínicas

El éxito de cualquier prótesis fija depende de la precisión con la que se registren las impresiones de las arcadas dentales. Si bien la correcta toma de las preparaciones es esencial, tampoco deben descuidarse las impresiones de los antagonistas y de los contactos interoclusales, una cuestión en la que profundizaremos en otra ocasión.

La importancia del espaciamiento tisular

Para llegar a crear la impresión de las áreas o líneas de preparación y, en caso necesario, los espacios de preparación adicional, es importante distanciar adecuadamente los tejidos blandos. El objetivo de la retracción gingival es precisamente separar de manera atraumática los tejidos para que el material pueda llegar al margen y crear un espesor suficiente a dicho nivel, todo ello con idea de evitar desgarros, sobre todo cuando se trabaja con compuestos particularmente rígidos.

Las dificultades son tanto mayores cuanto más a nivel subgingival se fije el margen de cierre, o bien cuando el biotipo sea fino o haya tejidos inflamados en la zona gingival. Para estas situaciones delicadas, existen numerosos instrumentos y técnicas y resulta de particular interés valorar los motivos que pueden llevar a usar un hilo de retracción en lugar de dos.

Otros aspectos a considerar

El dispositivo se inserta suavemente en el surco con la ayuda de instrumentos de alimentación de hilo, teniendo especial cuidado de evitar sangrados en la medida de lo posible. Esta posibilidad será aún menos probable si se emplean líquidos activos para la hemostasia de la zona del surco.

Dichos líquidos se añaden a soluciones específicas que contienen sulfato o cloruro de aluminio, o bien sulfato de hierro.[1] Estos compuestos deben utilizarse teniendo en cuenta las interacciones que puedan producirse con siliconas y poliésteres. Concretamente, las primeras pueden inhibirse si se utilizan tras aplicar sulfato de aluminio, mientras que los segundos pueden inhibir la polimerización si se utiliza un líquido retractor que contenga cloruro de aluminio o sulfato de hierro.

Estas operaciones suponen una encrucijada imprescindible para conseguir resultados fiables en prótesis fijas, ya que permiten fabricar prótesis de calidad, con fidelidad marginal y un perfil de emergencia adecuado. Por estos motivos, el profesional clínico debe poder optar por factores que le faciliten el flujo de trabajo y le ayuden a lograr mejores resultados. Entre ellos, es importante considerar la posibilidad de insertar uno o dos hilos de retracción.

Estudios clínicos

A fin de ayudar a los odontólogos en esta decisión, en 2017 se realizó un estudio clínico sobre la retracción gingival, aleatorizado de 3 grupos (2 de prueba y 1 de control) con 67 individuos. En el grupo 1 (prueba) se utilizó solamente un líquido de retracción; en el grupo 2 (prueba), hilo junto con líquido de retracción; y en el grupo 3 (control), la técnica convencional de dos hilos sin añadir líquidos de retracción; y en el grupo 3 (control), la técnica convencional de dos hilos sin añadir líquidos de retracción.

Los resultados demostraron que, para ayudar al técnico a preparar una corona adecuada, resulta más sencillo si utilizar la técnica convencional con dos hilos. Esta última se confirma como la más fiable para exponer el margen de preparación y después de la fin de la preparación, si bien conlleva el riesgo de que se produzcan mínimas recesiones entre la toma de impresión y la entrega de la prótesis definitiva, visibles como pequeños traumatismos de los tejidos de color rosa.


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