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Ago

La seguridad en el laboratorio: riesgos y normas que cumplir

Hoy en día la mayoría de los procesos de rehabilitación odontológica pasa por una o varias fases de trabajo del protésico dental o de laboratorio.

El protésico dental es la persona que en el laboratorio, partiendo de la réplica de la anatomía del paciente, realiza distintos tipos de aparatología siendo su trabajo complementario y en sinergia con el odontólogo en una rehabilitación protésica, quirúrgica u ortodóncica.

Cuanto mayor es el grado de complejidad de una rehabilitación, más numerosas y complejas son las fases del trabajo del protésico dental.

El laboratorio y sus entornos

El laboratorio del protésico dental es el lugar donde se elaboran los diferentes dispositivos: para ello son necesarios numerosos equipos, en general bastante complejos, que en el laboratorio deben colocarse de forma que su uso sea lo más ergonómico posible garantizando la seguridad necesaria al profesional que los utiliza.

Normalmente en los pequeños laboratorios se distinguen al menos dos entornos básicos: el laboratorio propiamente dicho por un lado y la sala de yeso y colados por otro; además de estas dos unidades, en la mayoría de los casos también hay un entorno protegido del polvo y el ruido, destinado a la realización de las cerámicas, y cada vez más a menudo otra zona dedicada a técnicas CAD/CAM. (1)

Para garantizar un nivel de seguridad adecuado, antes de aprender incluso las operaciones más sencillas, el aprendiz protésico dental debe ser instruido acerca de las principales normas de seguridad y el uso de los equipos y los materiales que deberá emplear. (1)

Es necesario evaluar con cuidado los riesgos que no se pueden eliminar hasta que existan fuentes de peligro. Por consiguiente, todos los profesionales del laboratorio deben conocer y ser conscientes de los factores de riesgo relacionados con las distintas tareas, debiendo hacer todo lo posible para reducir los riesgos con un uso responsable de los materiales y los equipos y sobre todo de los dispositivos de protección individual (EPI) durante el trabajo. (1)

La importancia de la información

El profesional trabaja en condiciones de mayor seguridad si está correctamente informado, porque está motivado a autoprotegerse. (1)

En Italia, las normas están incluidas en el “Texto único sobre salud y seguridad en el trabajo”, decreto legislativo n.º 81 del 9 de abril de 2008 (última actualización de abril de 2022) que reemplazó el antiguo decreto legislativo 626 de 1994. En el texto se destaca de forma inequívoca la importancia de la prevención como primera medida de seguridad en los lugares de trabajo; las medidas generales se recogen en el art. 15. (1)

En un laboratorio los protésicos dentales están expuestos a muchísimos factores de riesgo de accidente (cortes, abrasiones, quemaduras, descargas eléctricas…) y enfermedades profesionales (patologías visuales, auditivas, por humos, polvos, ergonomía incorrecta…).

Sin embargo, uno de los peligros que el protésico dental debe afrontar diariamente es de tipo biológico, ya que el material procedente de la clínica puede ser una fuente potencial de contaminación e infección.

¿Qué riesgos físicos puede haber en un laboratorio protésico dental?

Según una reseña de 2018 (2), un porcentaje elevado (alrededor del 60%) de los objetos que proceden de la clínica odontológica están contaminados y no desinfectados (3, 4); además, la comunicación acerca de los procesos de desinfección entre la cínica y el laboratorio es deficitaria (5, 6). Por consiguiente, para evitar infecciones, el control de la contaminación cruzada debe ser de primaria importancia para el dentista y el protésico dental.

Además, es más probable que se produzca una contaminación cruzada entre la clínica odontológica y el protésico dental, antes que entre dentista y paciente o entre paciente y paciente. (7) En efecto, aunque no haya contactos directos con los pacientes, entre los protésicos dentales se detectó una mayor incidencia de infección por hepatitis B (2,7%) respecto a la media de la población normal (0,76%). (8)

El entorno oral no es estéril: la población microbiana de la cavidad bucal incluye normalmente tanto microorganismos inocuos como agentes etiológicos de patologías infecciosas mucho más graves. (9)

La herramienta de comunicación entre la clínica y el laboratorio es la impresión de las arcadas dentales o un elemento protésico preexistente que requiere modificaciones. La impresión se realiza con distintos tipos de materiales y, para una correcta rehabilitación, no debe sufrir ninguna alteración dimensional. Al ser esto crucial para el trabajo del protésico dental, hay que excluir la esterilización física como procedimiento de prevención de infecciones, ya que este procedimiento produciría deformaciones en el material hasta volverlo inutilizable. (9)

¿Cuáles son las pautas a seguir para garantizar la seguridad en un laboratorio protésico dental?

Para reducir la carga microbiana a niveles de seguridad, hay que optar por una desinfección. También los productos para desinfección pueden causar alteraciones volumétricas en los materiales de impresión, pero utilizando productos adecuados, en concentraciones correctas y en el plazo establecido, no se producen alteraciones dimensionales significativas. (9)

Al recibir una impresión en el laboratorio siempre hay que seguir un protocolo (9):

• utilizar guantes para extraer la impresión del sobre

• contar con una zona adecuada utilizada únicamente para recepcionar los trabajos procedentes de la clínica, que se deberá

limpiar y desinfectar con regularidad

• utilizar bandejas para cada trabajo, evitando mezclar trabajos distintos

• realizar la desinfección de la impresión si no se hubiera hecho en la clínica

Cabe destacar que al odontólogo le corresponde desinfectar las huellas e indicar el tipo de desinfección aplicado en la hoja de prescripción que adjunta.

¿Qué establece la normativa en materia de seguridad que deben cumplir los laboratorios protésicos dentales?

A nivel internacional, según las directrices publicadas por el CDC (Center for Disease Control and Prevention) hay que manipular, limpiar, desinfectar y aclarar cualquier objeto que llegue al laboratorio procedente de una clínica odontológica (impresiones, registros oclusales, prótesis, etc.), llevando siempre dispositivos de protección individual adecuados (guantes, mascarillas y pantallas faciales). El desinfectante utilizado debe ser al menos de nivel medio. (10) Para los materiales que no sean sensibles al calor, siempre se recomienda una esterilización física.

Es evidente por lo tanto la importancia de favorecer una comunicación precisa y puntual entre odontólogo y protésico dental y aplicar los protocolos específicos para la manipulación del material que sale de la clínica odontológica y entra en el laboratorio protésico dental, con el fin de reducir el riesgo de contaminaciones cruzadas.

Para la desinfección de las impresiones, Zhermack ofrece productos de elevadas prestaciones como Zeta 7 Solution (desinfección por inmersión) y Zeta 7 Spray (desinfección spray). Cuentan con un amplio espectro de acción, testado según las normas europeas más recientes sobre desinfección, así como una alta compatibilidad con los distintos tipos de material de impresión.


Bibliografía

  1. https://online.scuola.zanichelli.it/ilcorpoumano2ed-files/il-corpo-umano-vol-2-odontotecnici/leggere-ebook/C_3_p69_Sicurezza_laboratorio_odonto.pdf
  2. Vázquez-Rodríguez, I., Estany-Gestal, A., Seoane-Romero, J., Mora, M. J., Varela-Centelles, P., & Santana-Mora, U. (2018). Quality of cross-infection control in dental laboratories. A critical systematic review. International Journal for Quality in Health Care, 30(7), 496-507.
  3. Sofou A, Larser T, Fiehn NE et al. Contamination level of alginate impressions arriving at a dental laboratory. Clin Oral Investig 2002;6: 161–5.
  4. Haralur SB, Al-Dowa OS, Gana NS, Al-Hytham A. Effect of alginate chemical disinfection on bacterial count over gypsum cast. J Adv Prosthodont 2012;4:84–8.
  5. Jagger DC, Hugget R, Harrison A. Cross-infection control in dental laboratories. Br Dent 1995;179:93–6.
  6. Akeredolu PA, Sofola OO, Jokomba O. Assessment of knowledge and practi ce of cross infection control among Nigerian dental technologists. Niger Postgrad Med J 2006;13:167–71.
  7. Hazelkorn HM, Bloom BE, Jovanovic BD. Infection control in the dental office. Has anything changed? J Am Dent Assoc 1996;127:786–90.
  8. Wilcox CW, Mayhew RB, Tiffany RL. Incidence of hepatitis B exposure among USAF dental laboratory technicians. Am J Dent 1990;3:236–8.
  9. https://www.eber.org/documenti/pubblicazioni/06_odontotecnici.pdf tratto da ddl 626 1994
  10. https://www.cdc.gov/oralhealth/infectioncontrol/pdf/recommendations-excerpt.pdf

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