Uno de los requisitos fundamentales para el éxito clínico de la cirugía bucodental es la prevención de complicaciones de tipo infeccioso. La profilaxis o la antibioterapia son métodos para reducir la carga bacteriana que puede colonizar la zona tratada.
Se trata, en cualquier caso, de tratamientos farmacológicos con indicaciones precisas (no estrictamente necesarios en todos los casos, sino que deben sopesarse según el estado del paciente y el tipo de tratamiento) y que pueden presentar complicaciones.
Un aspecto que suele recomendarse universalmente, ya que no conlleva molestias para el personal (que lo ve como un simple algoritmo operativo) ni tampoco para el paciente (que solo tiene que atenerse a las sencillas instrucciones recibidas) es el mantenimiento de la higiene y la esterilidad durante todo el proceso de una intervención.
Diferentes protocolos de desinfección
Por lo general, en el ámbito ambulatorio, se distingue entre cirugía limpia y estéril. En realidad, en sentido absoluto, la cirugía odontológica puede catalogarse como intervenciones limpias contaminadas, ya que el espacio de trabajo (en este caso, la cavidad bucal) no puede considerarse estéril en ninguna situación, pero sí que se entra en él de manera controlada y sin generar contaminación adicional. Por tanto, más que la cirugía en sí, lo que se define como limpio o estéril es el protocolo operativo en función de la preparación del paciente, del personal y del espacio.
Protocollo sterile
Nel caso del protocolo estéril, la preparación del paciente y del personal se realiza fuera de la sala, previamente limpiada y desinfectada con productos específicos. Dos miembros del personal llevarán a cabo el procedimiento de lavado:
- ponerse las prendas adecuadas, calzado especial o cubrezapatos, mascarillas y cofias o gorros
- plavarse las manos (de la punta de los dedos al codo), primero con una solución jabonosa y después con solución de iodopovidona, y secarse con paños estériles
- y ponerse primero una camisa estéril y luego guantes estériles, pero sin tocar nunca las superficies externas de dichas prendas
Es necesaria la presencia de otro miembro del personal no estéril para ayudar a los dos primeros a ponerse la camisa y a desembalar el material estéril. Una vez desembalado, el material deberá procesarlo una tercera persona estéril, el instrumentista.
Protocolo limpio
La preparación limpia no requiere la presencia de cuatro, sino de tres personas, y se presta por tanto mejor que la preparación estéril a los espacios de una consulta dental. Ello no significa que sea una fórmula simplificada, sino simplemente una alternativa con indicaciones diferentes.
El lavado de las manos será idéntico, dado que también se prevé utilizar guantes estériles, pero la camisa empleada será de un solo uso (no estéril). Normalmente se utilizará menos instrumental, por lo que también se necesitará un número menor de paños estériles. Las obligaciones del tercero no presentan variaciones sustanciales.
En ambos casos, el paciente, una vez dentro de la sala, se somete a preparativos consistentes en la limpieza de la piel peribucal con la misma solución de iodopovidona y el posterior aislamiento con paños adhesivos.
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