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Sep

Riesgo de contaminación cruzada: no sólo para el paciente, sino también entre clínica y laboratorio

El tratamiento protésico consta de varias fases, en las que están implicados tanto los centros sanitarios como los laboratorios protésicos dentales. Esto podría causar contaminación cruzada entre las clínicas y los laboratorios dentales que se encargan de desarrollar y fabricar las prótesis.

Después de hablar de la contaminación cruzada para el paciente, vamos a ver cómo se puede prevenir la contaminación cruzada en clínicas y laboratorios.

El papel de la piedra pómez utilizada para el pulido de las prótesis

En el pasado, se ha estudiado poco la contaminación cruzada bacteriana entre laboratorio y clínica dental; sin embargo, recientes artículos se han encargado de examinar las correlaciones entre las dos instalaciones, demostrando que las nuevas prótesis se contaminaban durante el pulido en laboratorio y no sólo por organismos comensales, sino también por bacterias patógenas como estreptococos de grupo A y B, Staphylococcus aureus, Escherichia Coli y Candida Albicans, procedentes de prótesis nuevas pulidas con piedra pómez antes de su envío a la clínica (Khann et al., 1982).1

Además, otros estudios han demostrado que la piedra pómez utilizada para pulir las prótesis puede ser contaminada por otras fuentes, distintas a las prótesis de los pacientes y tener Pseudomonas aisladas del agua, estafilococos y las especies de bacilos presentes en el aire.2

Más cuidado aún en la fase de mantenimiento

Un estudio muy interesante examinó otro riesgo de infección cruzada en las fases de trabajo entre clínica dental y laboratorio protésico dental, concretamente entre prótesis nuevas y prótesis enviadas al laboratorio para modificaciones y/o reparaciones.

Los resultados de los exámenes de laboratorio mostraron una carga bacteriana más elevada en las prótesis enviadas al laboratorio para su mantenimiento, mientras que el más bajo se registró en prótesis nuevas después del pulido con piedra pómez.

El Staphylococcus aureus fue aislado sólo en el 12% de las prótesis enviadas al laboratorio para modificaciones, pero no se detectó en ninguna prótesis nueva después del pulido con piedra pómez.

Este estudio demuestra claramente los riesgos de contaminación cruzada en la prostodoncia.

Como prevenir eficazmente la contaminación cruzada

La contaminación cruzada de aparatos no esterilizables en la clínica dental y en laboratorio representa un peligro para la salud del personal y los pacientes.

De conformidad con las recomendaciones internacionales, todos los productos sanitarios, incluidas las impresiones, deben limpiarse cuidadosamente eliminando todo rastro de sangre, saliva y residuos biológicos y posteriormente desinfectar con solución de hipoclorito al 1% o con soluciones desinfectantes específicas con un espectro de acción contrastado, antes de su entrada o salida del laboratorio.

La piedra pómez debe prepararse con hipoclorito de sodio y reemplazarse diariamente. También los cepillos para el pulido de prótesis deben tratarse con hipoclorito de sodio.

Estas recomendaciones no eliminan el riesgo de contaminación cruzada entre la clínica dental y el laboratorio protésico dental o viceversa, pero de alguna manera contribuyen a reducirlo y volver más seguro el entorno para el personal y el paciente.3


Artículo de Stefania Barbieri

1.Kahn RC, Lancaster MV, Kate W. The microbiologic cross- contamination of dental prostheses. J Prosthet Dent. 1982;47:556-9.

2.Verran J, Winder C, McCord JF, Maryan CJ. Pumice slurry as a cross infection hazard in nonclinical (teaching) dental technology laboratories. Int J Prosthodont. 1997;10:283-6.

3.Neville Debattista, Mario Zarb, John M. Portelli. Bacterial cross-contamination between the dental clinic and laboratory during prosthetic treatment


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