La importancia y las indicaciones de los registros oclusales

El Glossary of Prosthodontics terms define el registro oclusal como el procedimiento consistente en registrar la relación posicional de los dientes o de las arcadas antagonistas, o como el registro posicional de los dientes o de los maxilares entre sí. (1)

Un registro oclusal estable y exacto es fundamental para facilitar el análisis de las relaciones oclusales del paciente, ya sea para fines diagnósticos o terapéuticos, y permite hacer restauraciones indirectas a partir del esquema oclusal deseado. (2)

Las ventajas de un registro oclusal correcto

El registro oclusal no solo es importante para dejar registrado el esquema oclusal propio de un paciente. Es posible que, en diferentes situaciones clínicas, el dentista deba modificar el patrón oclusal de un paciente o bien en sus dimensiones verticales o bien en el plano sagital. Tras realizar ciertas maniobras, el dentista puede guiar al paciente para crear una nueva relación vertical o sagital y, posteriormente, registrar las nuevas relaciones oclusales.

Utilizando el registro oclusal del patrón modificado, el protésico dental puede obtener mediante articulación el esquema previsto por el dentista en el sillón dental y preparar las rehabilitaciones protésicas o los aparatos dentales que se necesiten a partir de la información facilitada por el dentista. (2)

El registro oclusal es muy importante a la hora de transferir la relación entre las arcadas de la boca del paciente a un articulador; transferir correctamente las relaciones intermaxilares a dicho articulador evita tener que hacer en la prótesis final ajustes oclusales que supondrían más tiempo y unos costes más elevados. (3)

En definitiva, un registro oclusal correcto permite al protésico dental articular correctamente los modelos, así como estudiar y preparar las rehabilitaciones según el esquema oclusal presente in vivo en el paciente o el esquema oclusal a partir del cual el dentista piense realizar la rehabilitación del paciente.

Las consecuencias de un registro oclusal erróneo

Si los modelos en yeso se montan incorrectamente en el articulador (bien porque no haya registro oclusal, porque el que se tenga no sea exacto o porque haya habido errores al procesarlo el protésico dental), ello puede afectar significativamente a la precisión y la exactitud de la restauración final.

Las discrepancias interoclusales pueden obligar al dentista a hacer numerosos ajustes durante las operaciones en el sillón dental o incluso a rehacer todo el trabajo. Este tipo de errores puede suponer fácilmente una pérdida de tiempo para el paciente, para el dentista y para el protésico dental, así como un coste superior para todos el personal implicado y la insatisfacción del paciente. (2, 3)

Si no se cuenta con un registro de las relaciones interoclusales, el técnico podría tener que calcular de manera hipotética el esquema oclusal del paciente, y esto tendría como consecuencia inevitable una menor precisión y exactitud en las rehabilitaciones.

Si se tiene un registro oclusal impreciso, distorsionado o con una relación intermaxilar no deseada, el técnico en cambio podría verse obligado a basar su rehabilitación en datos erróneos y, por tanto, crear prótesis que, una vez entregadas, no se corresponderán con la situación real del paciente.

Este menor grado de precisión y exactitud (sobre todo en las dimensiones verticales) obligará al dentista a realizar grandes modificaciones en las prótesis (ya en fase intraoral) o, peor aún, a tener que volver a empezar desde cero todo el proceso diagnóstico/terapéutico debido a una excesiva imprecisión.

Obviamente, este tipo de imprevistos puede prolongar los plazos y aumentar los costes tanto para el dentista como para el protésico dental, además de dilatar los plazos de entrega de la prótesis y, a consecuencia de ello, causar estrés para el paciente y minar su confianza hacia el personal.

¿Cuándo están indicados los registros oclusales?

Esencialmente, en todas las situaciones clínicas en las cuales el esquema oclusal del paciente no sea transferible con repetitividad articulando dos modelos manualmente. Si el paciente tiene todos los dientes y un esquema de intercuspidación normal, articular los modelos en yeso será un proceso repetible y preciso incluso si no hay un registro oclusal. (3) Si, por el contrario, tenemos a un paciente a quien le faltan elementos dentales o cuyos dientes presentan falta de intercuspidación o relaciones oclusales alteradas, aumentan significativamente las posibilidades de que, al articular los dos modelos en yeso, obtengamos un esquema oclusal diferente del esquema real del paciente.

El método que permite articular con mayor exactitud dos modelos en yeso es el manual, en el que, como su propio nombre indica, se determina la relación intermaxilar de máxima intercuspidación manualmente. Sin embargo, para recurrir a este método, se necesita que haya un número suficiente de dientes con buena intercuspidación. En estas situaciones, la presencia de un registro oclusal entre los dos modelos en yeso podría hacer que la posición de máxima intercuspidación resulte imprecisa y que se vea aumentada la dimensión vertical. (3)

¿Cuándo cabe definir el esquema oclusal del paciente como «no transferible con repetitividad articulando dos modelos manualmente»?

Para responder a esta pregunta, primero hay que definir el concepto de «tripodismo». (2)

Entre la arcada superior y la inferior de un paciente existen relaciones verticales y horizontales. En un paciente completamente dentado, las relaciones verticales y horizontales las define la propia presencia de los dientes.  Una forma sencilla de entender el concepto de tripodismo y su importancia para los registros oclusales es pensar en un taburete de tres patas, que es parecido a un esquema oclusal caracterizado por 3 contactos oclusales separados entre sí por un espacio suficiente (el denominado trípode oclusal).

Si al taburete se le quita una de las patas, es como si se perdiera uno de los tres contactos interoclusales. Esta circunstancia puede ocurrir si faltan dientes y también si falta el contacto de los dientes en cuestión (por ejemplo, en el caso de las preparaciones dentales). Si no hay trípode oclusal y falta apoyo, los dos modelos podrían colocarse en el articulador con un cierto grado de inclinación.

El registro oclusal permite «reponer» la pata rota del taburete, es decir, el contacto interoclusal que falta y que hace posible la creación del trípode.

La estabilidad horizontal depende da una buena intercuspidación de los dientes, la cual evita la rotación recíproca de los modelos en yeso. (4)

De ahí que el registro oclusal resulte esencial cada vez que clínicamente, en máxima intercuspidación, se detecte la ausencia de tripodismo (por ejemplo, debido a la falta de contactos en un cuadrante).

Gracias al registro oclusal, podremos recuperar ese tripodismo, necesario para una articulación precisa y exacta de los modelos en yeso del articulador por parte del técnico.

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Bibliografía

1. Ferro, K. J., Morgano, S. M., Driscoll, C. F., Freilich, M. A., Guckes, A. D., Knoernschild, K. L., … & Twain, M. (2017). The glossary of prosthodontic terms.
2. Thanabalan, N., Amin, K., Butt, K., & Bourne, G. (2019). Interocclusal Records in Fixed Prosthodontics. Primary dental journal, 8(3), 40-47.
3. Soja Raju, D., Nair, V. V., Harshakumar, K., & Ravichandran, R. (2020). Interocclusal recording materials and techniques: A
4. Freilich, M. A., Altieri, J. V., & Wahle, J. J. (1992). Principles for selecting interocclusal records for articulation of dentate and partially dentate casts. The Journal of prosthetic dentistry, 68(2), 361-367.