Panorama dental tras la COVID-19: cambios en el mercado italiano

En 2020, la COVID-19 cayó sobre Italia con una fuerza y una gravedad inesperada y nunca vista. Si bien posteriormente ha habido otros países europeos que han corrido una suerte similar, Italia fue, sin duda, el primer país en sufrir el azote de esta catástrofe natural.

Con el progresivo aumento del número de contagios y, posteriormente, de las hospitalizaciones y los fallecimientos, los gobiernos tuvieron que adoptar medidas drásticas como la interrupción de todas las actividades comerciales salvo supermercados y tiendas de alimentación, farmacias y otros establecimientos proveedores de artículos de primera necesidad[1]. Entre ellos, los tratamientos odontológicos quedaron limitados a los casos urgentes e improrrogables, y de hecho las autoridades recomendaron acordar periodos vacacionales o de permiso con el personal de las clínicas[2]. En otras palabras, ha sido una situación sumamente compleja en la que las clínicas dentales prácticamente han tenido que parar.

Dicha situación duró de marzo a mayo de 2020, cuando la mejora de las estadísticas de la pandemia permitió a los profesionales de la odontología reanudar su actividad, pero con la obligación de observar las indicaciones operativas para actividades odontológicas elaboradas por el comité científico-técnico del gobierno (CTS) para gestionar durante la fase 2 de la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19[3].

Del confinamiento a la repentina recuperación del mercado

La pandemia y la interrupción casi total de las actividades odontológicas, así como las nuevas formas de trabajo adoptadas a instancias del CTS, han traído consigo grandes cambios en el sector dental, y no solo para los odontólogos, sino también para toda la industria que presta su apoyo a dicho sector, desde fabricantes hasta distribuidores.

El hecho de haber cerrado por completo durante casi 3 meses del año 2020 ha dado lugar a diferentes reacciones dentro de las propias clínicas dentales. En ese periodo de tiempo, en todo caso, se ha observado un descenso de las prestaciones odontológicas que ha dado lugar también a una caída de las compras de productos de consumo y equipamientos. En los peores casos se produjeron también cierres de diferentes entidades odontológicas de importancia que, dados los elevados costes de mantener la actividad y la caída de ingresos, tuvieron que declararse en quiebra, con importantes repercusiones para su personal y, sobre todo, para los pacientes en tratamiento[4].

Sin embargo, a partir de finales de mayo, con la reapertura de las clínicas, el mercado experimentó una rápida recuperación, que probablemente tuvo mucho que ver con la cantidad de tratamientos que habían quedado suspendidos debido al confinamiento (en total, se calculó un total de 112 días de trabajo por recuperar)[5].  A estos pacientes se les sumaron otros nuevos que tuvieron problemas dentales durante el confinamiento o que tomaron la decisión de someterse a nuevos tratamientos (los cuales, sin duda, representaron otra importante cuota de mercado). Lógicamente, la reanudación de la actividad determinó también un aumento de las compras de los productos de consumo que los odontólogos utilizan más habitualmente, lo cual ayudó a la recuperación del sector industrial correspondiente.

El aumento de los precios de los EPI y los productos de consumo

El aumento de la demanda ha provocado posteriormente un incremento generalizado del precio de los productos de consumo y, en particular, de los EPI, que en algunos casos han multiplicado hasta por diez su coste. Ya en abril se habían producido problemas de aprovisionamiento de guantes, mascarillas quirúrgicas, mascarillas FFP2 y FFP3, camisas y sobrecamisas debido a la elevada demando por parte de los hospitales, Protección Civil y todos aquellos operadores (sanitarios y de otros ámbitos) que estaban gestionando la situación de emergencia y las restricciones impuestas en los países productores de EPI [6]. Todo esto ha requerido una notable inversión y una demora de los plazos normalmente previstos por paciente, puesto que se dilataron los tiempos de los procedimientos operativos y, sobre todo, los de los preoperatorios y postoperatorios debido a la aplicación de las directrices indicadas por los departamentos técnicos[7].

A su vez, el incremento de los costes y la reducción de los volúmenes podría provocar, en un futuro más o menos cercano, un aumento en los precios de los servicios odontológicos o una reducción de los beneficios. Está claro que, actualmente, la mayoría de los dentistas que dirigen clínicas optan cada vez más por una organización flexible de los recursos humanos y de las prestaciones específicas, y por concentrar más servicios a un mismo paciente en una misma sesión para mejorar la eficiencia de las actividades y así hacer frente al aumento de los gastos y de los tiempos previstos entre pacientes [7]. Ahora bien, no está claro que eso baste de cara al futuro. Habrá que ver cómo evoluciona la situación de la pandemia una vez que toda o casi toda la población esté vacunada.

El sector industrial y de la distribución

Desde el punto de vista de la industria, los efectos de la crisis inicial en el consumo de productos se contuvieron en parte debido al desarrollo de productos de higiene y protección: aumentó la demanda, pero también el precio[5]. Por lo demás, durante el confinamiento se produjo un auténtico parón en las compras por parte de los distribuidores de productos dentales que, dadas las grandes incógnitas en lo económico y las dificultades financieras a causa del repentino bloqueo del mercado, utilizaron en la medida de lo posible las existencias que tenían y redujeron las compras a lo indispensable. Se asumió el riesgo de ofrecer un servicio más limitado a los clientes, pero, gracias a ello, mejoraron su resistencia en el ámbito económico[5]. Todo ello afectó a los odontólogos, que en algunos momentos tuvieron dificultades para encontrar determinados artículos (sobre todo EPI). Lógicamente, esto, a su vez, provocó un aumento sensible de los precios.

A partir de julio de 2020, empezaron a recuperarse los volúmenes de compra habituales en el sector. Ahora bien, esos niveles no se recuperaron por completo hasta los meses de enero/febrero de 2021, periodo en que los almacenes empezaron a recuperar las existencias habituales con las consiguientes ventajas en términos de disponibilidad para los dentistas[5].

Cada crisis trae grandes cambios

Aun así, hay que tener en cuenta que toda gran crisis provoca grandes cambios. Esos cambios podrán influir positiva o negativamente en el sector dental en general, siempre en función de cómo decidan actuar de cara al futuro los dentistas, las empresas y los distribuidores. Sin duda, habrá que tener en cuenta que parte de la población le da mayor importancia a las cuestiones sanitarias y cómo incidirá esa actitud en la economía del sector dental.

También habrá que ver el efecto que puedan tener la pandemia y la vacunación sobre la relación de confianza entre médico y paciente, y con qué actitud afrontarán las consultas y clínicas dentales la situación de debilidad económica y estratégica que han experimentado recientemente.

Aunque el 2020 ha sido un año desastroso para el sector dental, no hay que descartar que esa tendencia pueda invertirse rápidamente.

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Bibliografía:

[1] https://www.bbc.com/news/world-europe-51810673 n.d.

[2] https://www.odmeo.re.it/wp-content/uploads/2020/03/COMUNICATO-ANDICAO.pdf n.d.

[3] https://www.salute.gov.it/imgs/C_17_pubblicazioni_2917_allegato.pdf n.d.

[4] https://www.ilfattoquotidiano.it/2020/07/02/dentix-chiude-la-catena-spagnola-con-oltre-60-laboratori-in-italia-clienti-abbandonati-con-i-fidi-da-pagare-400-dipendenti-senza-lavoro/5854302/ n.d.

[5] https://it.dental-tribune.com/news/un-anno-di-pandemia-nel-dentale-impatto-sulla-domanda-di-prestazioni-e-sul-business-dellindustria/?fbclid=IwAR2PIhFdyNqgIUoE_jGXh7PKyPEOb8RBsL_eP1XDNXfMN3OnvKM5mpmLnt8 n.d.

[6] http://www.odontoiatria33.it/approfondimenti/19240/dpi-nel-dentale-il-problema-dell-approvvigionamento-e-del-costo.html n.d.

[7] http://www.odontoiatria33.it/approfondimenti/20179/covid-19-e-la-gestione-dello-studio-odontoiatrico-prospettive-economiche-e-operative.html n.d.