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La limpieza y la desinfección de las superficies son acciones básicas para evitar la propagación de infecciones

En una clínica dental, hay que partir del supuesto de que, durante el tratamiento del paciente, la zona en la que trabaja quedará contaminada por nebulización y por contacto con saliva mezclada con sangre. Por ello, y para evitar las infecciones cruzadas, cada vez que un paciente sale de la clínica, y antes de que entre el siguiente, será necesario descontaminar el mobiliario y las superficies de trabajo que hayan quedado contaminadas utilizando un desinfectante de nivel bajo o intermedio[1]. A tal fin, se realizará una desinfección de tipo mojar/secar humedeciendo de manera completa y sistemática las superficies con un paño desechable empapado de desinfectante. Una vez transcurrido el tiempo de exposición, si fuera necesario, las superficies se secarán con otro paño desechable[2].

Para determinar cuál es el tratamiento idóneo, hay que tener en cuenta:

a) las instrucciones de uso del fabricante que acompañan a cada dispositivo

b) los productos desinfectantes provistos y las características indicadas en la ficha técnica y en la de seguridad

c) la categoría de riesgo de infección de cada artículo según la clasificación propuesta por Spaulding en 1968. En dicha clasificación se distinguen tres niveles que indican un carácter más o menos crítico:

  1. Artículos críticos (riesgo elevado): aquellos que penetran en los tejidos estériles y que, por tanto, entran en contacto con sangre, mucosas con lesiones, huesos, o bien aquellos que penetran en los tejidos, en el sistema vascular o por los cuales pasa la sangre. Para estos artículos, el requisito es esterilidad absoluta. Deberán someterse a una limpieza previa, desinfectarse y esterilizarse siempre antes de utilizarlos.
  2. Artículos semicríticos (riesgo intermedio): aquellos que entran en contacto con membranas y mucosas sin lesiones o piel con lesiones. Para estos artículos se aconseja esterilidad y desinfección de alto nivel antes de cada uso. Estos artículos deberán someterse a una limpieza previa adecuada y, como mínimo, se exige una desinfección de nivel elevado. Si el artículo lo permite, es aconsejable esterilizarlo.
  3. Artículos no críticos (riesgo bajo): son los que entran en contacto con piel sin lesiones; presentan un riesgo bajo de transmitir infecciones, a excepción de la transmisión de patógenos mediante las manos del personal sanitario. Para estos artículos, el requisito es una desinfección de nivel intermedio/bajo. Deberán someterse a una limpieza previa y desinfectarse antes de cada uso[3].

Las superficies de las áreas sanitarias que vayan a tocarse con frecuencia (sobre todo, las más cercanas al paciente) deben someterse a un proceso regular de descontaminación entre un paciente y el siguiente a fin de evitar la transmisión de patógenos con las manos.

Las áreas de una estructura sanitaria dental pueden subdividirse a efectos de su nivel de riesgo; dicha clasificación nos aportará datos muy útiles para entender concretamente cuándo y con qué sustancias debe desinfectarse cada superficie:

  • Áreas de riesgo elevado: superficies contaminadas (planos de trabajo, equipamiento en contacto con material infectado). Se recomienda desinfectar al terminar de tratar a cada paciente
  • Áreas de riesgo intermedio: superficies operativas (suelos y muebles de clínica dental). Se recomienda saneamiento diario y desinfección semanal de toda la zona. Desinfección diaria de las superficies más utilizadas (mangos, interruptores, suelos).
  • Áreas de riesgo bajo: superficies de las zonas administrativas (recepción/secretaría, zonas recreativas, almacén, etc.). Se recomienda saneamiento diario y desinfección mensual.[4]

Las superficies contaminadas que deben someterse a desinfección después de una sesión operativa son las siguientes:[5]

  • Superficies horizontales adyacentes al área operativa: carros de transporte, superficies de trabajo.
  • Unidad dental y sillón: reposacabezas, reposabrazos, bandeja para instrumentos, interruptores y mandos, escupidera, mangos de la lámpara, asiento y tubos del extractor de saliva, soportes y conductos de las piezas de mano y jeringa de tres vías.
  • Asiento: reposabrazos y levas
  • Unidad radiográfica: cabeza, cono, mangos, dispensador de película, caja de revelado
  • Superficies que se toquen accidentalmente: teléfono, interruptores, etc.

Los productos de la línea Zeta 3, diseñados por Zhermack para desinfectar de manera rápida y profunda todas las superficies (hasta las más delicadas), tienen un contenido de alcohol bajo o inexistente, son muy prácticos de usar y no contienen sustancias nocivas para la salud (como los aldehídos o fenoles). Esta línea incluye productos en espray y en toallita que resultan eficaces para la limpieza y desinfección de una sola pasada (acción 2 en 1) y garantizan un nivel de protección adecuado y, además, ahorran tiempo.


Bibliografía

1 W. A. Rutala, D. J. Weber et al., Guideline for disinfection and sterilization in healthcare facilities, 2008, 91.

2 Linee Guida per la qualità – Igiene nello studio odontoiatrico. Swiss Dental Journal SSO. 2015; Vol. 125 2: 255.

3 S. Sattar Pulizia, disinfezione e sterilizzazione. International Federation of Infection Control. 2016; cap. 12.

4 F. Montagna, G. Bevilacqua. Associazione Nazionale Dentisti Italiani. Prevenzione delle infezioni in odontoiatria: epatiti e AIDS. Mansionari per il personale ausiliario odontoiatrico. Gennaio 1997- Parte E- Cap.5 – Tab. 2, pag. 307.

5 F. Montagna, G. Bevilacqua. Associazione Nazionale Dentisti Italiani. Prevenzione delle infezioni in odontoiatria: epatiti e AIDS. Mansionari per il personale ausiliario odontoiatrico. Gennaio 1997- Parte E- Cap.5 – Tab. 6, pag. 310.


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